Muchas veces entre llamada y llamada podemos llegar a perder el verdadero sentido de lo que hacemos, su gran transcendencia en la vida de otros y la manera tan directa en la que impactamos realidades por medio de nuestro trabajo.
Esta es la historia de Diana, una reclutadora que en septiembre comienza un proceso de búsqueda de candidatos para una posición requerida por una compañía reconocida en su ciudad. Todo parece ser habitual, recibir el proyecto, analizar los requisitos del cargo con la líder del proceso y proceder a investigar, reclutar y llamar.
Tras algunas llamadas, Diana se comunica con Fabio, un candidato con el que desde el minuto uno conecta, pues al parecer cumple con todos los puntos de esa lista de deseos del cliente que es un tanto compleja; ella sigue haciéndole preguntas a Fabio sobre su experiencia, conocimientos y expectativas frente al cargo y emocionada sigue dándole check y check a cada uno los puntos.
Luego del reclutamiento sigue el proceso de selección, el cual sabemos que en Headhunters tarda un poco pues depende de la decisión de varias personas, pero con una convicción plena de que Fabio es el indicado para la posición, Diana hace lo que está en sus manos para demostrar que este tiene las competencias y capacidades para desempeñar con éxito los retos del cargo.
Afortunadamente, el compromiso es por ambos lados, pues Fabio conectado con el proceso se mantiene en comunicación constante con Diana, comentándole cada uno de los pasos que da en este y expresándole su interés genuino por ser seleccionado.
Antes de continuar con esta historia, hagamos un paréntesis enfocado en contextualizar la realidad de Fabio – Esposo, padre de un niño de 8 años y profesional especializado en su área, con 13 años de experiencia de los cuales 9 fueron desempeñados en la empresa (excelente compañía) en la que hace 11 meses sale por mutuo acuerdo, desde dicho momento comienza su proceso de reincorporación laboral, búsqueda que hasta ahora no había tenido éxito – Cerremos paréntesis.
Luego de varias semanas, presentaciones, entrevistas, pruebas y filtros, Diana recibe la noticia que desde el día uno estaba: Fabio ha sido seleccionado. ¡Que emoción siente! al saber que se tomó la mejor decisión tanto para la empresa cliente como para el candidato. Diana procede a comunicarse con Fabio para darle la noticia y este entre lágrimas de alegría le cuenta que hace 2 días había considerado aceptar una oferta laboral que requería su traslado inmediato a una ciudad a 14 horas en carro de su casa, a la cual por diversas razones personales su familia no podía mudarse pero que en ese momento era su única posibilidad.
Sin embargo, la llamada de Diana ese miércoles en la mañana le cambió su vida, pues esta reclutadora lo estaba conectando con una empresa que además de estar ubicada en su ciudad de residencia, cumplía con todas sus expectativas en cuanto a responsabilidades y salario.
Ahora Fabio se encuentra en proceso de incorporación en su nuevo lugar de trabajo, dedicándose a lo que sabe y ama hacer, su familia feliz de su compañía y él agradecido con Diana por ser esa persona que tomó la decisión de hacer esa llamada.
Es por eso que hoy, por medio de esta historia, te queremos recordar a ti: RECLUTADOR, que tu quehacer va muchísimo más allá de una investigación que posibilita encontrar talentos y conectarlos con las empresas que los necesitan, que tu labor diaria es indispensable en el proceso de transformar vidas y que hay llamadas que cumplen sueños, no solo de individuos sino de familias enteras.